miércoles, 17 de octubre de 2012

La palabra polilla designa primariamente en castellano a diversos insectos que apolillan, es decir, que deterioran los alimentos u otros materiales. También a menudo designa a todos los lepidópteros de hábitos nocturnos, incluso si no son dañinos.


Por extensión, la palabra designa a menudo a todos los lepidópteros de hábitos nocturnos, es decir, al suborden parafilético Heterocera el cual agrupa a las llamadas mariposas nocturnas.
La etimología de polilla está en el mozárabe paulilla, que se encuentra en el dialecto andaluz como apaularse y apaulillarse, que significa estar los cereales comidos por la polilla o el tizón; probablemente estos términos se relacionan con el latín pabulare, comer (los animales).

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